Las Fichas Misteriosas

Por: Enrique Alejandro Godoy.

 

A mediados del año 2017 comenzaron a aparecer en un conocido sitio de compra-venta por internet varias fichas del Italpark.

Lo que inicialmente llamó la atención es la cantidad de fichas que se ofrecían a la venta.

En contraste, anteriormente era muy escasa la oferta de fichas.

Los modelos ofrecidos eran dos, los que denominaremos “grandes” y “chicas”.

Todas estas fichas llevaban grabada la leyenda "Italpark - Zanon Hnos." 

Los colores de las fichas “grandes”: blanco, lila, negro, marrón claro y azul.

Los colores de las fichas “chicas”: naranja, celeste, marrón oscuro, marrón claro y azul.

Desde entonces y hasta el día de hoy se siguen ofreciendo en forma ininterrumpida tales fichas por parte de diversos vendedores.

Los precios, como es lógico, han variado con el tiempo. Pero el rango va desde los $150- (precio más bajo en 2017) hasta los $2.000- (precio más alto en la actualidad) por cada ficha.

Algo que ha llamado poderosamente nuestra atención, es la proliferación -en estos últimos tiempos- de vendedores de fichas. 

Las ofrecen en cuanta red social exista, por unidad, en combos, en paquetes, por docena, al peso y con guarnición de papas fritas. 

Se ha creado tal competencia entre estos usureros, que en fecha reciente hasta hemos llegado a recibir ofertas de 800 fichas por $10.000-.

Incluso sabemos de algún ave de rapiña que -aprovechando una de estas irrisorias ofertas- ha comprado 900 fichas, llegando a abonar poco más de $10- por cada una de ellas. Mostrando la hilacha de la que está hecho, hoy aparece pidiendo $500- por cada ficha.   

Este país da para todo !!!

La gran pregunta es: 

De dónde salió de golpe tal cantidad de fichas ?

Desde luego, lo primero que uno puede pensar es que se trata de falsificaciones.

También se podría creer que alguien que tuvo en su poder durante todos estos años algunas bolsas con fichas del Italpark de pronto decidió comercializarlas.

Siendo un ávido comprador de fichas del Italpark, decidí iniciar mi propia investigación a fin de responder esta incógnita.

Luego de haberle comprado fichas a más de una docena de vendedores puedo decir que, al hablar con ellos y preguntarles sobre el origen de las mismas, el “cuento” más recurrente es el del abuelo, el padre o el tío que trabajó en el Italpark y dejó las fichas como herencia.

Sólo uno tuvo la “valentía” de decir que -allá por 1990- cuando el parque de diversiones estaba cerrando sus puertas, se quedó con algunas bolsas de fichas al ver que los demás empleados también se quedaban con otras menudencias.

Como ninguna de estas versiones me convenció de ser cierta, decidí profundizar en la cuestión.

Después de casi cuatro años de hacer preguntas y analizar las respuestas, comprar fichas, ver y analizar fotografías, comprar más fichas, ver y analizar videos, comprar más y más fichas, etc., finalmente creo estar en condiciones de revelar el verdadero origen de las tan abundantes como misteriosas fichas de nuestro querido parque de diversiones …

Como muchos de ustedes sabrán, en el parque industrial de la localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires, se encuentra la fábrica ILVA.

En dicha fábrica se hallan depositados (por no decir abandonados) varios contenedores con materiales y objetos que fueron del Italpark.

Además, por fuera de los contenedores y hasta en los propios galpones de la fábrica, se hallan diseminados por doquier, juegos, boleterías, insumos administrativos (papeles, sellos de goma, planos de juegos, entradas de favor, pasaportes, etc.), muñequitos, luminarias, repuestos y hasta indumentaria de los empleados del recordado parque de diversiones.

Ante este panorama tan desolador, no es de extrañar que más de un curioso haya podido hacerse, en todos estos años, de varios de esos objetos.

Pero la gran pregunta sigue en pie. 

De dónde provienen las fichas ?

Algunos recordarán el famoso vagón que durante veinte años, desde 1960 hasta 1980, estuvo junto a la pista Autos Scooter Electrónicos.

Es el mismo en el que se dice vivieron los hermanos Zanon cuando vinieron de Uruguay trayendo consigo algunas atracciones mecánicas para la Feria del Sesquicentenario.

En el año 1981 tanto la pista Autos Scooter Electrónicos como el vagón desaparecieron del Italpark. La pista fue llevada a la República de los Niños. Pero el vagón, no se sabe a dónde fue a parar.

Luego de estar "desaparecido" durante tantos años, hoy ese vagón se encuentra en Pilar. 

En realidad, es muy probable que el vagón haya llegado a la fábrica ILVA durante los años 90, junto con los contenedores, juegos y partes que allí se encuentran.

Pues bien, es dentro de ese vagón que se encuentran las fichas que hoy nos ocupan.

Cientos de ellas, miles …

En bolsas, esparcidas por el piso y entre trastos viejos. Junto a revistas, planos, entradas y cuadernos administrativos que datan todos del año 1981. 

Para ver más fotos de las fichas en el vagón

haz click aquí

Que triste final para aquellos pedacitos de plástico que nos compraban la alegría por un rato.

Aunque después de todo, sería injusto hablar de un “triste final”, ya que muchas de esas fichas están hoy en manos de gente que realmente las valora por tanta alegría e ilusión que han sabido dar a miles y miles de niños.

Quedará para una futura investigación el determinar si estos modelos y colores de fichas hallados en Pilar son las que se utilizaron al momento del cierre del Italpark o hasta el año 1981. 

Si es que algunas de ellas llegaron o no a utilizarse, dado su estado prístino. 

Si las fichas encontradas, que no corresponden a los modelos y colores ya mencionados y que no llevan grabada la infalible leyenda “Italpark - Zanon Hnos.” provienen del Italpark o de algún otro parque.

También queda por determinar dónde estuvo entre 1980 y 1990 el vagón que durante todos estos años escondió tamaño tesoro.

Pero esa será otra historia.

Seguramente hubiera sido mucho más fácil quedarse con eso de que las fichas eran falsas o que las tenía algún afortunado heredero. 

En vez de eso elegimos el camino más largo: el de intentar llegar a la verdad.

Y hoy, la satisfacción de haber podido aportar algo en este sentido, hace que el esfuerzo haya valido la pena.